La crisis climática es una realidad innegable en el mundo entero, y Colombia no es la excepción. El fenómeno del Niño, iniciado en septiembre del año anterior, llevó al máximo las temperaturas, disminuyó al mínimo el nivel de lluvias y provocó una sequía en el territorio nacional. Todos los sectores, incluido el de energía, se vieron obligados a responder con medidas de crisis.
La preparación interinstitucional liderada por el Gobierno Nacional, junto con las empresas, tomó las medidas necesarias para garantizar el funcionamiento del sistema eléctrico del país y evitar afectaciones sustanciales en el servicio. Nuestro país está superando el actual período sin riesgos en la garantía del servicio ni dificultades de oferta de energía. El nivel de los embalses está en 31,61 %, una cifra que marca una sensible y drástica disminución, pero que mantiene una senda por encima de los valores críticos.
Para ello han sido claves los aportes de la capacidad instalada con otras tecnologías de generación energética convencionales y no convencionales. Nuestro parque de generación térmica mantuvo su disponibilidad por el mantenimiento constante monitoreado por el Ministerio de Energía, por la preparación de los trabajadores y por el seguimiento continuo de todos los actores del sistema. Asimismo, la energía solar alcanzó un récord histórico, proporcionando 10 GWh de energía por día, lo que equivale a cubrir el 4,6 % de la demanda nacional.
Con el objetivo de gestionar esta última fase de El Niño, desde el Ministerio de Minas y Energía emitimos dos resoluciones con medidas transitorias para garantizar el abastecimiento de la demanda de energía. La primera busca asegurar la generación de energía térmica necesaria para lograr la senda de recuperación de los embalses, y la segunda para administrar adecuadamente nuestra exportación de energía hacía Ecuador.
Todas las entidades del sector energético, lideradas por nuestro ministerio, incluida la empresa XM, Operadora del Sistema Interconectado Nacional, y las empresas de energía, acordamos el seguimiento semanal para mantenernos preparados y trabajando en garantizar la seguridad energética del país.
En esta última fase del evento climático el país se requiere del apoyo de toda la ciudadanía. Durante el fenómeno del Niño hubo un crecimiento importante del consumo de agua, lo que, en parte, llevó a los embalses a estar en los niveles mínimos, lo que provocó dificultades como la situación de Chingaza y otros embalses cerca a Bogotá. Aunque estos embalses no generan energía, el efecto de la sequía obligó al alcalde Carlos Fernando Galán a tomar la decisión de implementar la medida transitoria de racionamiento de agua en la capital.
Este embalse es utilizado mayoritariamente para agua potable y agricultura; por ello todo el sistema eléctrico y los demás sectores que demandan agua deben promover acciones de refuerzo en la prevención de situaciones límite. Junto con los alcaldes y gobernadores conversamos esta semana sobre la importancia de reforzar las medidas de ahorro de energía y agua. En esta última etapa del fenómeno de El Niño, es de vital importancia que la ciudadanía haga un uso eficiente de los recursos naturales, en especial del agua.
La crisis climática nos obliga a sumar esfuerzos entre el Estado, las empresas privadas y la población. Desde el Gobierno Nacional aseguraremos una buena gestión del sistema eléctrico, y con la ayuda de las empresas del sector supervisaremos la situación minuto a minuto para garantizar la gestión adecuada y a tiempo. Estamos actuando con responsabilidad y eficiencia.
Contamos con la ciudadanía para que, desde sus casas, trabajos y rutinas diarias, ayuden a reducir responsablemente el consumo de agua y energía. Cada gota y cada kilovatio cuentan. El mensaje es de tranquilidad, de solidaridad y de responsabilidad para mantenernos con la guardia alta.
* Ministro de Minas y Energía.
Por: Columnista invitado EE: Andrés Camacho Morales*
Informacion tomada de elespectador.com