Este domingo 28 de julio se realizarán las elecciones presidenciales más difíciles para la revolución bolivariana, desde la asunción de Nicolás Maduro en 2013.
El ambiente preelectoral, liderado por el presidente Maduro y su contendiente, el exdiplomático Edmundo González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), se cierne sobre un manto de zozobra en medio de denuncias cruzadas por corrupción, influencias extranjeras y especulación mediática.
González Urrutia es un diplomático de carrera de 74 años. Fue embajador en Argelia entre 1991 y 1993, durante los mandatos de Carlos Andrés Pérez y Ramón José Velásquez. Ejerció como director general de Política Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, de 1994 a 1998. Y, entre 1998 y 2002, se desempeñó como embajador en Argentina. Este año asumió la delegación electoral de la PUD, después de la inhabilitación de María Corina Machado.
Recomponer confianzas
Los esfuerzos del gobierno en el último mes se han centrado en recomponer la confianza en los circuitos electorales históricamente chavistas. Sin embargo, a 25 años de chavismo se evidencia un desgaste inevitable como resultado de las sanciones económicas, el efecto desmoralizador de la migración masiva y el declive de la apuesta continentalista que abanderó Hugo Chávez a través del Alba para la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe.
No se debe olvidar el revanchismo judicial contra todos los procesos nacional-populares del continente que, junto a Chávez, aportaron a un proyecto territorial soberanista e integraron una red de alianzas internacionales para garantizar cierto margen de maniobra frente a los embates de la guerra financiera.
La oposición
En la orilla opuesta, y pese a su inhabilitación, la dirigente de la oposición, María Corina Machado, continuó con las giras electorales en Venezuela promocionando la candidatura de González Urrutia. De acuerdo con Telesur, la financiación de la campaña se obtuvo con el lobby de la empresa estadounidense Howard Stirk Holdings (HSH): “Desembolsaron 3,2 millones de dólares a Machado por las elecciones primarias.
»Además, se comprueba el protagonismo que Machado tomó en estas elecciones a pesar de no tener validez legal y porque la dirigente negó toda ayuda del Consejo Nacional Electoral”, afirmó el portal bolivariano. Por otra parte, la periodista brasilera Patricia De Oliveira Lelis confirmó que en dicho lobby contra el Gobierno de Venezuela también entró en juego la compañía Chevron por su interés en el control de los precios y el abastecimiento de petróleo.
Ante las provocaciones de la oposición, el presidente Maduro lanzó una serie de afirmaciones que han generado revuelo: “Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia del poder de nuestro pueblo el 28 de julio”, dijo el martes en un mitin en La Vega, una zona pobre en el oeste de Caracas. Y sumó, posteriormente, que “si la derecha fascista llega al poder sería inevitable una revolución popular y armada”.
Estas declaraciones han puesto en alerta a distintos sectores, entre los que se encuentran amigos y enemigos del gobierno bolivariano. Por ejemplo, el expresidente conservador Andrés Pastrana ─cuyo apellido suele asociarse al fraude electoral del 19 de abril de 1970─, aseguró, en diálogo con Andrés Oppenheimer ─reconocido periodista de la derecha latinoamericana en Miami─, que si Maduro no reconoce los resultados electorales “puede haber una migración masiva”.
Las tensiones
Igual rechazo se presentó en las filas de algunas organizaciones de militares retirados como el Movimiento Defensores Populares de la Nueva República (DPR) y el Movimiento de Militares Retirados (MMR), quienes no dudaron en hablar de guerra civil. Según los delegados de ambas organizaciones, “puede generarse un genocidio” por lo que presentan “la denuncia ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, ante la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y ante el Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI)”.
Mientras la derecha internacional saborea la posibilidad de intervenir militarmente el territorio venezolano, algunos dirigentes de la izquierda continental piden mesura a Maduro. Este lunes, el presidente Lula dijo en tono de reprimenda: “Me asusté con la declaración de Maduro (…). Ya le dije a Maduro dos veces, y Maduro lo sabe, que la única manera de que Venezuela vuelva a la normalidad es tener un proceso electoral que sea respetado por todo el mundo. Si Maduro quiere contribuir a resolver la vuelta del crecimiento económico en Venezuela, el regreso de las personas que salieron de Venezuela y establecer un Estado de crecimiento económico, tiene que respetar el proceso democrático”.
Temores, recuerdos y encuestas
El fuego cruzado entre la derecha opositora y el jefe de Estado impacta en una sociedad que recuerda, con amargura, las guarimbas del 2017. La confrontación, que dejó por lo menos 157 víctimas fatales, marcó un antes y un después en la marcha de la revolución. El temor ante una escalada violenta pone al grueso de los votantes frente a una elección por decantación. Esto quiere decir que, en la arena chavista, los disconformes tenderán a ratificar su apoyo más allá de las diferencias orgánicas al ala madurista.
Mientras que el voto raso de la oposición asumirá los riesgos de un eventual escenario de enfrentamiento azuzado por Machado. Es de suponer que esta situación merme la participación social en las jornadas electorales.
Finalmente, los sondeos también aportan al caos general. Encuestadoras como Consultores 21, Datanálisis y Delphos, acuerdan en que la intención de voto la lidera el candidato Edmundo González con una brecha que ronda el 20 por ciento. Para Delphos, la diferencia podría escalar al 34 por ciento. En tanto que para el oficialismo de Hinterlaces, el triunfo de Maduro sería inminente con un 54,2 por ciento. En esta coyuntura es probable que ninguna encuesta exprese los intereses reales del electorado venezolano.
Por: Diana Carolina Alfonso
Información tomada de semanariovoz.com