Invitados por Petro
Esta visita responde a la invitación que hiciera el presidente Gustavo Petro a esta Alta instancia y que ratifica el compromiso del gobierno del cambio, por un lado, con la implementación de los Acuerdos de paz firmados en La Habana y ratificados por las partes en Colombia en el año 2016 y, por otro lado, mostrar y solicitar el respaldo y el acompañamiento de las Naciones Unidas a la Paz Total que se encuentra en pleno desarrollo en Colombia, con los avances con el Ejército de liberación Nacional, ELN, y el Estado Mayor Central, EMC.
La alta instancia llega al país en medio de un debate en tensión por la elección de la nueva fiscal. Aunque las Naciones Unidas velan también porque las justicias de los Estados parte estén en el marco del respeto a las democracias y en función de actuar en bien de los pueblos, no era su misión intervenir en dicho debate. Sin embargo, es positivo que los delegados y delegadas del Consejo de Seguridad de la ONU, pudieran captar la presencia del pueblo en las calles exigiendo justicia y defendiendo las reformas y los cambios que lidera el gobierno. El mensaje es que tanto la implementación del acuerdo de La Habana, como avanzar en la Paz Total, es una necesidad y una condición para consolidar la democracia en Colombia.
Puntos que marcaron la agenda
El objetivo es la consolidación de la Paz en Colombia, que pasa por avances en la Paz Total, política prioritaria del gobierno del Pacto Histórico. La visita del Consejo de Seguridad de la ONU se centró en conocer los avances, desafíos y dificultades de la implementación del Acuerdo Final de Paz 2016 y en qué estado se encuentran los diálogos que el gobierno adelanta con el ELN y el Estado Mayor Central ─EMC─.
Recibieron evaluaciones de parte de quienes dirigen hoy las instituciones encargadas de la implementación del Acuerdo de Paz de 2016, para poder medir sus desarrollos, cumplimientos de las agencias y oficinas encargadas de la implementación en los cinco puntos del Acuerdo, que son monitoreados por la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, de acuerdo con su mandato.
Balance presidencial: “La aguja no se ha movido”
El balance que presentó el presidente Petro es realmente objetivo, crudo, expresando una ética de la información institucional, mostrando el impacto que tuvo la política de “hacer trisas la paz” de Iván Duque, pero no se queda allí viendo el retrovisor, sino que muestra de manera clara las dificultades en que se encuentran actualmente sus esfuerzos y los indicadores que se han logrado cumplir en su gobierno, partiendo del reconocimiento que debían y pudieron ser mejores. El presidente organizó su balance en cuatro bloques de aspectos que a su juicio representan la prioridad para el gobierno y que arrojan una “evaluación relativamente eficaz”:
Uno, Reforma rural, que es, según el presidente, “el nudo gordiano del conflicto armado y sobre el cual el acuerdo firmado con el gobierno habló de tres millones de hectáreas nuevas entregadas a campesinos y siete millones de hectáreas de titulación a pequeños propietarios que ya tenían parcelas. Este primer punto tuvo 13.000 hectáreas compradas en el gobierno pasado (de Duque) y 200.000 en el presente. Deberíamos estar aproximadamente en 1.200.000 hectáreas. A pesar de que hemos acelerado, aún el ritmo es insuficiente y perdimos cuatro años. Y en relación con los siete millones de hectáreas tituladas, vamos en 1.600.000 hectáreas”, sostuvo el presidente.
Dos, aunque es un aspecto de la paz que no es responsabilidad directa del ejecutivo, el Sistema de verdad, justicia, reparación y no repetición es otro aparte de su balance. Aquí el mandatario expresó: “Se creó la Justicia Especial para la Paz en esos acuerdos con este objetivo. Si miramos, se ha aparecido la verdad judicial. Hay un esfuerzo de la Comisión de la Verdad histórica que entregó su informe. Pero el esfuerzo de la verdad judicial, que es el que tiene que acabar la impunidad durante todas estas décadas de conflicto, pues tenemos que decir también que no se ha cumplido”. Un llamado tranquilo, pero firme al sistema para que avance y profundice en su rol en la paz.
Tres, la transformación del territorio, que, aunque tiene que ver con el punto uno de reforma agraria, va más allá en cuanto es allí donde el conflicto se expresa con saña contra la población más vulnerable y abarca variados aspectos del desarrollo territorial. En este aspecto, el presidente lo caracterizó como “uno de los grandes fracasos de la nación colombiana durante dos siglos de republica” y agregó “El balance de las inversiones en estos territorios, según la Contraloría, es de ochenta billones de pesos por parte d ellos gobiernos anteriores. Vengo de recorrer estos territorios y no veo esta inversión. Todos los indicadores de mortalidad infantil, materna, de agua potable, de niveles de cobertura en educación, es decir, las condiciones básicas de existencia siguen siendo las mismas que antes del acuerdo de paz. Un dato grave, la mortalidad infantil en algunas de estas regiones alcanza tres dígitos, marcando la enorme desigualdad social y territorial aun en Colombia. La aguja no se ha movido. Pero no solo es eso, ¿qué pasó con el dinero? Que por la magnitud del recurso que se dice, debió mover las agujas del desarrollo social y no las movió, yo creo que parcialmente se lo robaron”.
Y cuarto, es la seguridad de las personas que firmaron la paz. El balance es 419 firmantes de la paz muertos, de 4885 solicitudes de amnistía, tramitadas por la JEP, se negaron 3804 y hoy siete años después de firmados los acuerdo hay 595 presos. Esta realidad hace que cualquier firmante de paz tenga ante sí, no la posibilidad de una prosperidad dentro de la sociedad colombiana, sino, o la muerte, o la cárcel o el rechazo de la justicia. El efecto de esto es que de nuevo se reactivó la violencia en los territorios”.
Y en respuesta a este panorama, el presidente afirma que “todo esto lo estamos tratando de contrarrestar con la estrategia de la Paz Total. Nos queda un tiempo de este gobierno y del siguiente. La decisión que yo he tomado ante esta realidad es que ya no son las instituciones que salieron del gobierno Santos, pequeñas, raquíticas y sin presupuesto, las que pueden lograr resultados, si no, que es todo el gobierno nacional completo con todo el presupuesto del país, destinado a resolver el problema de la desigualdad social del país y, por tanto, el gran coordinador de la paz es el presidente de Colombia”.
Finaliza la visita
La presidenta del Consejo de Seguridad y embajadora de Guyana, Carolyn Rodrigues Birkett, afirmó que “En muchas reuniones, los participantes hablaron sobre la reforma rural y el capítulo étnico, en particular, sobre la necesidad de garantizar que estas cuestiones se aborden lo más pronto posible. Sin embargo, para acelerar la implementación también nos indicaron que la violencia debe parar y que la toma de decisiones debe tener en cuenta el contexto de todos los territorios, puesto que los territorios tienen distintas necesidades”.
La viceministra de Asuntos Multilaterales, Elizabeth Taylor Jay, afirmó “Nos deja muchas enseñanzas y es una ratificación del compromiso del Gobierno nacional para avanzar no solo en la implementación del Acuerdo de Paz, sino también en la política de Paz Total” y agregó que “una de las cosas fundamentales fueron esas visitas al territorio”.
Por. Redacción Politica
Información tomada de semanariovoz.com