Las mujeres palestinas han vivido un año marcado por la violencia, el desplazamiento y la falta de acceso a servicios básicos, mientras continúan siendo una fuerza vital en la lucha por la justicia y la paz en la región.
La ONU, hasta abril de este año, señala que 10.000 mujeres murieron en el genocidio que Israel comete contra el pueblo palestino. Esta cifra no solo puede estar desacertada para ese momento, sino que evidentemente ha ido creciendo en los últimos meses. Pero más allá de la muerte, ¿Cuál es el panorama de las mujeres palestinas en este momento?
La cotidianidad sufrida
La violencia en Cisjordania y Gaza afecta de manera desproporcionada a las mujeres y niñas palestinas. Ellas enfrentan los riesgos no solo por el conflicto en sí, sino también porque se ven obligadas a abandonar sus hogares por los desalojos forzosos y la demolición de viviendas, llegando a un aumento de inseguridad económica y social, en especial para las mujeres que son jefas de familia.
El bloqueo en Gaza y las restricciones de movimiento en Cisjordania dificultan el acceso de las mujeres a los servicios de salud. Esto afecta de manera crítica la atención de salud reproductiva, lo que incrementa los riesgos durante el embarazo y el parto, así como la atención a otras necesidades médicas.
ONU Mujeres menciona así en uno de sus informes: “más de un millón de mujeres y niñas casi no tienen alimentos, ni acceso a agua potable, letrinas, lavabos o compresas, y las enfermedades crecen en medio de unas condiciones de vida inhumanas”.
En contexto global, según la iniciativa Small Arms Survey, los datos del período comprendido entre 2021 y 2024 sobre muertes directas a causa de conflictos revelan que el mayor número registrado de mujeres asesinadas en el período de un año superaba las 2.600 de Irak en el 2016.
Las bombas israelíes alcanzan objetivos donde las mujeres civiles palestinas en el rol de cuidadoras de la vida juegan papeles fundamentales de apoyo, atención y ayuda humanitaria. La frecuencia de ataques a estos puntos, en promedio son: un hogar cada cuatro horas, una tienda o refugio temporales cada 17 horas. una escuela u hospital cada cuatro días y un punto de distribución de ayuda o almacén cada 15 días.
Un botín de guerra
En el último año, las mujeres en Palestina son objeto de diversas formas de violencia sexual, especialmente en el contexto del conflicto en Gaza y Cisjordania. Según la ONU, desde octubre de 2023, se reportan numerosos casos de agresiones sexuales y tratos degradantes contra mujeres palestinas, en específico durante la detención arbitraria por parte del Ejército israelí.
Estas mujeres, incluidas activistas de derechos humanos y periodistas, fueron sometidas a abusos que incluyen despojarlas de su ropa y registrarlas por oficiales masculinos, amenazas de violencia sexual y al menos dos casos de violación documentados. Además, fotos de mujeres en condiciones degradantes fueron tomadas y compartidas en línea por las fuerzas militares israelíes.
Resistencia y activismo
Las mujeres palestinas han jugado un papel fundamental en el activismo y la resistencia. Ellas han liderado protestas y trabajado en sus comunidades para mantener la cohesión social y brindar apoyo a quienes lo necesitan. Muchas mujeres también documentan violaciones de derechos humanos, a pesar de los riesgos que esto implica.
Uno de los focos para ellas es la situación de la infancia. Además de los miles de niños huérfanos y los más de 14.000 asesinados, según la Unicef “los niños, niñas y sus familias han sufrido ataques en los lugares donde deberían estar más seguros: sus hogares, los refugios, los hospitales y los lugares de culto. Han llegado a los hospitales con quemaduras graves, con lesiones que han requerido amputaciones y les han dejado heridas sin cerrar, y con otros trastornos graves”.
Ellas enfatizan en la protección de las condiciones emocionales y mentales para esta población: “la infancia sigue sin recibir atención psicosocial. Antes de esta última escalada, se había identificado que más de 500.000 niños y niñas en Gaza necesitaban salud mental y apoyo psicosocial. Hoy en día, todos los niños han estado expuestos a acontecimientos y traumas profundamente angustiosos, marcados por destrucción y desplazamientos generalizados. Mientras tanto, las madres, padres y cuidadores se encuentran bajo una intensa tensión mental”, según Unicef.
Información tomada de semanariovoz.com
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